El placer y la nobleza del respirar es vida y es salud. Al respirar absorbemos vida y el poner en práctica el respirar de forma consciente nos transporta a un lugar invisible, al centro de nosotros mismos, y esto es salud.
Salud porque aprendemos a entrenar la aceptación. Aceptar que nuestro sentir es el que es. Rabia, tristeza, envidia, alegría… sin despreciar lo que sentimos por lo que preferiríamos sentir.
Lo real del “Aquí y el ahora”.
P.D: Me olvidaba de la receta de mi meditación de hoy:
- Hacer ritual de preparación para el inicio de la meditación.
- Tomar consciencia de la respiración.
- Tras cada respiración, observar y tomar consciencia de qué ocurre, qué siento o cómo es estar aquí, en este momento.
- Sentir el cuerpo, escuchar los sonidos, percibir el estado emocional, e impresiones visuales si estás con ojos abiertos.
- Finalizar con tu ritual de cierre de meditación.
- Agradecer, aceptar y empezar tu día con conexión.
Horacio Colomé,
26/02/2020.
Inspiración “Budismo dionisiaco” de Claudio Naranjo y programa SAT.